Presentación acerca del internet y la medicina
miércoles, 8 de agosto de 2007
lunes, 6 de agosto de 2007
Comunicarte. Periodismo Científico en México
Artículo publicado por:
Mgter. Marisa Avogadro
Catedrática universitaria. Magister en Comunicación y Educación
Revista Razón y Palabra. Número 36. Diciembre 2003
Dentro del espectro de países de americanos, México está considerado uno de los de mayor desarrollo en torno al tema del periodismo científico, tanto en lo que respecta a la divulgación de la ciencia, como así también sobre la producción teórica, difusión del conocimiento, universidades y medios.
Algunos autores señalan al siglo XVIII como los comienzos de esta disciplina en México y destacan a Antonio Alzate, quien se interesaba por el conocimiento y su divulgación.
Mas haciendo un gran salto en el tiempo y remontados a los días actuales, se halla por ejemplo a Luis Estrada y numerosas organizaciones como la Asociación Mexicana de Periodismo Científico (AMPECI), la Sociedad Mexicana para la Divulgación de la Ciencia y la Técnica (SOMEDICYT), que de manera sostenida realiza congresos nacionales de divulgación, donde abordan estos temas y su relación con los medios informativos, el quehacer universitario y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que es una de las pocas en el mundo que posee una Dirección General de Divulgación de la Ciencia.
Encontramos además el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) que propicia actividades públicas de divulgación, por ejemplo "Los vagones de la ciencia", que se ubican en diferentes lugares del país y se hacen cursos, talleres y prácticas. Además, edita numerosos libros y la revista "Ciencia y Desarrollo". Asimismo, en todo el país, en los centros de ciencias, se efectúan actividades divulgadoras. De manera permanente se organizan en este país congresos, reuniones, encuentros, en universidades, asociaciones, para estudiar estos temas.
El escritor científico Luis Estrada y la profesora Patricia Magaña, de la UNAM, refieren que los riesgos que amenazan la labor de la divulgación en los países de América son los siguientes:
1. El primero es que la improvisación tiende a convertirse en la forma definitiva de trabajar. Muchos creen que cualquiera puede divulgar la ciencia y que esta labor es esencialmente filantrópica.
2. Carencia de escuelas y de otros medios de formación de divulgadores de la ciencia.
3. Creer que el manejo de un medio de comunicación es suficiente para hacer la divulgación científica.
4. Abuso del aspecto lúdico de la comunicación de la ciencia. Hay actividades, en especial algunas dedicadas a los niños, en las que, con el pretexto de dar el conocimiento científico como un asunto fácil y divertido, todo queda reducido a información trivial.
5. Algo que suele olvidarse es que una de las características esenciales de la ciencia es el procedimiento empleado para construirla, un proceso permanente que está siempre sujeto a prueba, tanto en sí mismo cuanto en sus resultados.
6. Otro problema es la estrechez del concepto de cultura en estos países, que, aún habiéndose ampliado últimamente, no comprende todavía a la ciencia. Uno de los propósitos de la divulgación debe ser corregir esta situación.
7. La divulgación de la ciencia que necesitan no puede ser una copia de la que realizan los países más desarrollados sino una parte del proyecto educativo de cada nación.
8. En general, los científicos mexicanos juegan el papel de comunicadores de la ciencia y se involucran en proyectos de libros, artículos en revista, asesoran salas de museos o conceden entrevistas. Este trabajo lo consideran más una labor social a la que destinan generalmente sólo su escaso tiempo libre, y muchos de ellos piensan que son los únicos capaces de hablar de ciencia. La tarea de divulgar es vista como algo secundario o menos valioso, en relación con la investigación". (CALVO HERNANDO; M. 1999: 126/7).
Declaración de Sinaloa, Culiacán, México
Conforme al Anuario 2001 de la Asociación Española de Periodismo Científico, en el marco del Encuentro Nacional de Divulgación Científica, el 25 aniversario de la revista "Ciencia y Desarrollo" y la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior, resumen la Declaración de Sinaloa, Culiacán, México de la siguiente manera:
"1- La Declaración de Sinaloa afirma que la divulgación científica y tecnológica debe ser considerada un asunto de interés nacional e incluirse en el mismo nivel de importancia que la divulgación, para efectos de financiamiento, búsqueda de recursos y espacios. La investigación y la divulgación científica y tecnológica son factores de diferenciación y de ventajas competitivas en los mercados internacionales y es necesario dar un lugar preponderante a la divulgación de las ciencias en todos los niveles educativos.
"2. Conviene crear una red nacional de divulgación científica o redes u organismos que permitan mejorar el desarrollo de programas de divulgación a nivel nacional. También es necesario desarrollar un programa estratégico derivado del Plan Nacional de Divulgación de la Ciencia y de la Técnica que contenga una descripción del problema actual, objetivo de la divulgación, planeación a corto, medio y largo plazo.
"3. Se requiere desarrollar un inventario y una base de datos nacional sobre medios, espacio, acciones, programas y estrategias de divulgación que sean accesibles a los actores de la divulgación para su consulta, enlaces e intercambios de experiencias, actividades y formación de recursos y abrir líneas de investigación para canalizar los recursos financieros destinados a la formación y programas de divulgación. Se requiere establecer un marco y parámetros de medición para los trabajos de divulgación bajo el consenso de sus actores e instituciones promotoras, considerando entre los criterios de evaluación aquellos de la comunicación que propician una visión más integral que incluya a la educación y a la divulgación.
"4. Se pide también la utilización con mayor fuerza de los medios de comunicación que posean para que desarrollen sistemas de vídeo, comunicación a distancia, videodiscos, software, laboratorios, teatro y otras manifestaciones artísticas, vinculándolos estrechamente con las áreas de divulgación de la ciencia, buscando conseguir mayor impacto en un público más amplio.
"5. Se reconoce que la divulgación ha ganado espacio en los diferentes medios, pero, asimismo, que en la mayor parte de ellos apenas se dan balbuceos. Es necesario que los divulgadores conquisten los escenarios de los medios masivos de comunicación, donde se requiere escribir y hablar sobre temas de interés. Esto significa para la sociedad resolver sus deudas y aplicar los nuevos conocimientos a la solución de sus problemas, y, para el divulgador, la oportunidad deseada, siempre y cuando se explique satisfactoriamente el hecho o fenómeno con respecto a la verdad y al público.
"6. Es necesario que todos los participantes y actores de los procesos de divulgación, académicos, empresarios y funcionarios del gobierno, trabajen conjuntamente para aportar soluciones integrales.
"7. Es conveniente también establecer mecanismos para considerar apoyos a las revistas mexicanas que aún no logran la calificación necesarias para ser incluidas en el padrón de excelencia del CONACYT.
"8. Se considera necesario profesionalizar la actividad de divulgación, por lo que se sugiere a las instituciones de enseñanza superior que institucionalicen e incrementen programas de formación de divulgadores a través de nuevos perfiles en la licenciatura y el posgrado.
"9. Deben considerar como espacios idóneos para divulgar la ciencia los programas multimedia y exhibiciones interactivas y también las casas o espacios para la difusión de cultura.
"10. Se recomienda, asimismo, crear museos temporales, planetarios y exposiciones itinerantes que muestren principios científicos y que sean producto de procesos de enseñanza y aprendizaje, y conseguir un mayor número de programas de divulgación ecológica." (CIENCIA Y TECNOLOGIA EN 2000, págs. 259-260).
Etiquetas:
Periodismo científico
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